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Bang Your Head 2018

Balingen, Alemanya
Fotos: Tine Gennaio, Paul Bossenmaier, Robert Jaenecke, Hucky Heppe

L'ecosistema dels festivals és divers i ampli, de tot gènere, mida i estil. Des dels petits amb bandes locals als grans monstres que tots tenim al cap. En tot aquest ventall trobem algunes cites que ni la falta de recursos i noms mínimament coneguts ni les cites multitudinàries que semblen eclipsar el panorama. Una d'aquestes cites, veterana, solvent, coherent i amb fidels que any rere any acudeixen és l'alemany Bang Your Head. Fa uns anys que l'anem seguint a Simfonia Metàl·lica i un any més el nostre company Víctor M. Lera ens en porta les seves impressions del que ha estat la vintena edició.

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BANG YOUR HEAD!!! 2018 - El final d'una era

La vigésima edición del festival alemán Bang Your Head!!!, en su versión Open Air, se celebró una vez más en el Messegelande de Balingen siendo un éxito rotundo. Un aniversario que, días antes de la celebración del mismo, se anunció como “Final de una era” y todo parecía cumplir los presagios que algunos llevamos pensando desde hace unos años: la industria musical es muy cruel con festivales dignos, baratos, hechos por y para el público fiel, y sobre todo, sostenibles. No voy a regresar a las primeras ediciones de este u otro festival. Simplemente, con echar la vista atrás apenas 10 años, los carteles en Bang Your Head!!! o cualquier festival europeo eran tremendos en nombres y a precios asequibles. Poco a poco, la asistencia a los festivales se puso de moda, comenzando los “sold out” en muchos de los que más renombre tienen. Ante esta situación, las agencias de contratación se frotaron las manos y vieron la gallina de los huevos de oro en los festivales, especialmente en los de Heavy Metal. Y como en todo en este asqueroso mundo capitalista, tanto tienes tanto vales. Algunos pensaron solo en el negocio, convirtiendo sus recintos en incómodos para los asistentes gracias al vergonzoso incremento de venta de entradas. Otros duplicaron o triplicaron sus precios de las entradas en apenas unos años. ¿Y quienes salieron perjudicados de toda esta situación? Los creados por para la gente fiel a la música, el Heavy Metal en nuestro caso, que son festivales sostenibles, que no amplían el número de entradas sin antes pensar si el asistente habitual va a estar cómodo o no, que no han subido el precio de las entradas en años pensando siempre en el bolsillo del fiel seguidor (y apenas unos céntimos en las consumiciones o merchandising). En este triste mundo capitalista que nos ha tocado vivir no hay lugar para la gente honesta y sencilla.

Dos ejemplos claros de los malheridos han sido Keep It True y Bang Your Head!!! . Los primeros han tenido que incrementar de golpe 30 euros el precio de su entrada (para poner en perspectiva, la edición 2018 costó 70 euros). Los segundos ya no se ven con capacidad para contratar bandas de renombre porque piden condiciones utópicas, y, en muchos casos, absurdas. Sinceramente, si no lo generas como banda, no puedes pedirlo. Y si prefieres quedarte tocando en un antro como el Whisky a Go Go en vez de ir a un festival europeo donde estarás rodeado, primero, de mucha más gente, y segundo, de fieles seguidores de tu banda en vez de cuatro viejas glorias de Hollywood es que no vales nada como banda (en concepto extramusical).

Como algún ávido lector sabrá, desde hace muchos años he tenido una relación muy estrecha (en lo sentimental) con el festival. Antes solo como fan, ahora como prensa (y como fan, os aseguro que sigo haciendo lo mismo dentro del festival). Y me siento muy dolido que una industria dirigida por la peor calaña humana que existe sobre la faz de la tierra, termine hundiendo algunos de los eventos creados por personas luchadoras y excelentes, que han renunciado a parte de sus beneficios como negocio (nunca nos olvidemos que los festivales son negocios) para continuar ofreciendo un evento que, ante todo, aman. Por eso, cuando vi que lo anunciaban como El final de una era llegué a entristecerme mucho.

Mientras disfrutaba del aniversario en Balingen, leía lo ocurrido en el Mad Cool y pensaba que ninguna de esas barbaridades cometidas con los asistentes al festival madrileño se cometieran en Balingen. ¡Es que ninguna! Y eso es lo que no quiero que desaparezca. El trato humano que puedes encontrar en este tipo de festivales lo vamos a echar mucho de menos el día que los perdamos. Tenemos casos en nuestros festivales de Heavy Metal de trato pésimo al cliente, con las alternativas correspondientes. Deseo que estas últimas no desaparezcan.

A lo largo de todo el fin de semana me dediqué a preguntar a todo conocido (y desconocido también) si los rumores eran ciertos. Desde el techo donde me alojo hasta en la zona de prensa, pasando por cualquier sitio del festival donde me encontré con caras habituales de la escena. En todos los casos todo el mundo daba por hecho que era la última edición, aunque, no sé si por amor al festival, todos teníamos un hilo de esperanza con respecto a una nueva edición.

Ahora mismo ya estoy en casa y estoy leyendo prensa alemana (gracias a Google Translate, no os voy a engañar) y trato de recopilar todos los datos que Horst, el gran luchador de Bang Your Head!!! ofreció a corazón abierto encima del escenario el fin de semana pasado (lo hizo en su idioma materno, y aunque tuvimos alguna charla con alguien que nos hizo de traductor, quizás algunos datos no me quedaron claros en su momento). Sobrecostes de producción, condiciones de bandas imposibles de cumplir o lo ya comentado fueron algunas de las cosas comentadas. La única opción de supervivencia es aportar más dinero, como ya hizo el KIT en Abril. Eso o despedida, como todo el mundo esperaba. Como todo el mundo vio tras la actuación de Powerwolf el sábado. Os aseguro que el cierre del festival fue desolador, pensando que quizás no volvería a verlo. Solo espero que lo último que acabo de leer sea cierto y tengamos una oportunidad más en 2019.

JUEVES 12 DE JULIO

La verdad es que parecía que todo iba a salir mal en esta edición. Primero, no pudimos acudir al Warm Up Show como otros años, por motivos laborales, por lo que ya nos perdimos la que siempre es la primera fiesta del Heavy Metal del fin de semana. Además, como cada año, tenían un cartel bastante potente, con LORDI como gran atractivo. Luego, ya una vez en el aeropuerto de Frankfurt (a Stuttgart no todos los días hay vuelos directos, ni mucho menos a todas horas) nos tocó una hora de espera para recoger el coche de alquiler. Básicamente una persona no estaba contento con el modelo que le habían entregado y monopolizó una de las personas que trabajaban en la oficina del alquiler. La otra, tuvo que aguantar también durante unos cuantos minutos a otro similar, mientras el resto de gente, unas veinte personas, hacíamos cola de forma educada.

Para completar el día en lo que todo te sale mal, nos encontramos varios atascos en las autopistas alemanas. Un desastre. Total que cuando pudimos llegar a Balingen ya habían actuado BLACK DIAMONDS, BURNING WITCHES, ECLIPSE, y RECKLESS LOVE estaban finalizando On the radio, y pudimos disfrutar de Hot y Night on fire.

De esta manera tan abrupta, sin apenas tiempo para situarte en el festival, fuimos a por una cerveza para olvidarnos de una mañana complicada y nos preparamos para ver a ALESTORM. Desconozco los motivos, pero estaría bien que alguien me explicara el desvarío de la banda. Cierto es que su primer disco me gustó mucho, y el segundo bastante. Les vi varias veces en directo y cumplían con creces. Tras unos trabajos en estudio donde no terminan de convencerme, y de unos años donde no he coincido con ellos, tocaba ver que me encontraba. Decía el gran Lemmy Kilmister que le gustaba el Rock ‘n’ Roll, no los circos. Qué razón tenía! ¿Cómo voy a tomarme en serio a una banda que sale con un pato de goma amarillo gigante? Seguro que te has hecho a la idea que tipo de pato, ese que puede tener tu familiar bebé para jugar en la bañera. Cierto es que la banda suena bien, más allá de mis gustos personales, pero estaba lejos de ser lo que fue la banda en sus inicios, y de algo que a mí me convenciese. Puede ser que sea demasiado serio (soso sería lo acertado), pero eso no era para mí. El día seguía prometiendo.

Tras el incidente infantil tocaba ver a una de las bandas más importantes de la escena del Thrash Metal. Tan importante como que, según que documentos, fueron los creadores. Hablamos de EXODUS. Independientemente de si sustentan ese título o no, siempre han sido unos grandes en el escenario, a pesar de los evidentes síntomas de agotamiento de las últimas giras. Una vez más sin Gary Holt sobre las tablas, siendo sustituido de una forma excelente por Kragen Lum (Heathen, entre otros proyectos), la banda californiana quiso poner en práctica lo que afirmaban en las camisetas que llevaban en la gira: MAKE THRASH GREAT AGAIN. Y vaya si lo hicieron!

Con una actitud con la que me recordaron a sus mejores momentos, y gozando de una gran sonido (tónica habitual en casi todas las bandas), fueron ejecutando clásicos como Deliver Us to Evil, And Then There Were None o Parasite, mezclados con composiciones más recientes como la genial Blood In, Blood Out o Funeral Hymn, con la que comenzaron la descarga. Para la traca final, y nunca mejor dicho, dejaron A Lesson in Violence, Blacklist, The Toxic Waltz y Strike of the Beast. Os podéis imaginar el resultado. Fíjense que ni necesitaron clásicos de la banda como Bonded By Blood o Piranha para hacer que el THRASH fuese grande otra vez. Grandes Exodus, estando de nuevo en un gran momento de forma.

Tras la descarga de los de San Francisco llegaba el turno de una de las bandas principales de la jornada, los finlandeses AMORPHIS. Los de Helsinki presentaban un gran nuevo disco, Queen of time, al menos para un servidor, que no es un puritano de la banda. Entre este y su aclamado Under the Red Cloud confeccionaron gran parte del repertorio interpretado en Balingen. La banda hizo lo de siempre en directo, es decir, ejecutar de una forma correcta los temas y poco más. Porque sí, son una gran banda, pero no llevan asociados nunca ningún extra como pueden tener otras bandas. Tocan, muy bien, y ya. La evolución en su sonido es evidente, y sus nuevos seguidores lo saben, de ahí que de los primeros discos apenas interpreten un par de temas: The Castaway y Against Windows.

Avanzaba la tarde y llegaban dos titanes alemanes a la palestra. En mi caso tenía que elegir entre “Papá y mamá”, y en este caso elegí a mamá: DORO. La razón principal fue la del disco que ha publicado REFUGE, el cual, para mi justo, es bastante flojo, siendo benevolente. No he querido saber que hicieron, pero no me arrepiento en absoluto de haber visto a la Diosa del Metal alemán una vez más. Salió a dar una lección de Heavy Metal, a comerse el escenario, a reivindicar una vez más su trono de Diosa del Metal. Y lo consiguió, con creces. Quizás fueron un poco acelerados en los primeros temas, aunque fueron ejecutados a la perfección, con una Doro Pesch poderosa en estado excelente.

El concierto se centró en Warlock, como viene haciendo casi siempre, de quien rescató temas como Earthshaker Rock, I Rule the Ruins, Burning the Witches, True as Steel, East Meets West, Hellbound y una emotiva Für Immer. También tuvo tiempo de ejecutar sus creaciones personales, tales como Raise Your Fist in the Air, All for Metal (un nuevo tema de su inminente nuevo disco), y el ya clásico Burn It Up. Para desgracia de un servidor, terminó tocando una manida Breaking the law en detrimento de otro tema suyo o de su pasado en Warlock Y para el final dejó All We Are, interpretada junto a Sabina Classen, y Metal Tango, dejando un gran recuerdo, de esos que no se olvidan fácilmente. Grande una vez más Doro Pesch y su banda, los cuales han demostrado estar en un gran estado de forma. Queda Doro para rato, o esa es la sensación que me queda tras haberla visto tan enérgica.

Para cerrar el día en el escenario principal quedaban los suecos EUROPE. Si hay una banda que identifica claramente el espíritu de la década de los 80, es decir, la línea que sigue Bang Your Head!!! , son ellos, los creadores del megahit The Final Countdown.

No he visto a EUROPE muchas veces en mi vida, ya que sus obras desde su reunión a principios de la pasada década no terminan de gustarme, y siempre copan su repertorio de buena parte de ellos. Para la otra dejan los clásicos, obviamente. Así que sabía lo que me iba a encontrar. Más allá de mis filias personales, el concierto fue soberbio. La clase que tiene la banda es enorme. Joey Tempest sigue siendo un líder único, de esos que se cuentan con los dedos de una mano, como David Coverdale. Cierto que ya no es un veinteañero, pero sigue haciendo los conciertos en el provocador, moviéndose continuamente, y jugando con el pie de micro como en los vídeos clásicos de la banda.

El concierto fue pura magia. Independientemente de si los temas eran de la época nueva o de la vieja, sonaron de lujo. Como es costumbre, los van mezclando a lo largo del set list. Por eso pueden comenzar con Walk The Earth y The Siege, y continuar con Rock the Night y Scream of Anger. Y seguir con la misma tónica, alternando sus dos épocas claramente diferenciadas: Last Look at Eden, Wasted Time, Firebox, Sign of the Times, War of Kings y Carrie. Antes de irse para luego regresar con los bises, momento para el solo de batería (el eterno mal que nos persigue en los conciertos), Heart of Stone y Superstitious.

Para el primer bis se dejaron Cherokee. Y la fiesta final pues, como no podía ser de otra forma, con The Final Countdown. Como ocurre en cualquier lugar donde actúan, se convirtió en el tema más aclamado y con el que la fiesta del Hard Rock y del Heavy Metal, en su primera jornada, iba poniendo fin. Pero ponía fin de una forma muy diferente a como comenzó. Sí, el excelente concierto de Europe es una razón. La segunda fue ver a Horst, el “gran jefe”, viendo el concierto desde la primera línea de vallas divisorias del recinto. Ese detalle y otros similares son los que le hacen diferente, y por lo que el público debe responderle para seguir apoyando Bang Your Head!!! y que continúe al menos unas ediciones más. Eso es lo que le diferencia del resto, que se hace por y para los fans, para los fans del Heavy Metal. ¿Os imagináis a los dueños de otros festivales haciendo lo mismo? ¿O dando la cara por algún problema ocurrido? Este sí lo ha hecho, tanto el disfrutar de su/nuestra música, como dar la cara cuando ha sido necesario.

Así, de esta forma tan mágica, terminaba la primera jornada del festival, sintiendo perderme a INSOMNIUM en la sala. El día se me hizo muy largo, por los diversos problemas sufridos, y aún quedaban dos jornadas por delante.

VIERNES 13 DE JULIO

La segunda jornada del festival comenzaba con una de las bandas más especiales y peor gestionadas de la historia del Heavy Metal: ALPHA TIGER. Especial porque nadie suena a prog-power americano a día de hoy, un estilo solo para gente extraña como un servidor. Peor gestionadas porque desconozco que les ocurrió en su segundo disco, y perdieron a parte de la formación que les daba una personalidad única.

Aún no les había visto con Benjamin Jaino a la voz, y tenía malas referencias. Pues fue muy sorprendente verle, es un cantante buenísimo, y, ojalá, la banda vuelva a encontrar la inspiración de los geniales Man or Machine e Identity para darle la oportunidad de brillar en estudio. Llegamos un poco apurados al recinto, y la banda estaba comenzando a interpretar Crimson Desert. A partir de ahí, repaso a sus tres obras, obviando, por suerte, su segundo disco. Buen concierto, lejos aún de sus mejores momentos. Puede que la falta de continuidad esté pasando factura a la banda.

A los que nada le pasa factura es a los canadienses STRIKER. Cierto es que compositivamente, perdieron un poco el norte en su última obra, pero en el pasado siempre estuvieron acertados. Luego están los detractores de la línea que lleva la banda frente a la que debería haber llevado, pero ese es otro debate.

Los canadienses se presentaban por primera vez en Bang Your Head!!!. Curiosamente, su cantante Dan Cleary estuvo como público diez años atrás. He de decir que yo también, por eso de ponerse medallas uno. Posiblemente sea de las cosas más bonitas que te pueden ocurrir cuando eres joven y disfrutando de un concierto pienses “algún día estaré yo ahí arriba”, y finalmente lo consigas. Donde no ha perdido fuelle la banda es en directo. Siguen siendo arrolladores, no dejan tiempo para el descanso y sus conciertos se pasan volando. Si además trabajas un buen set list, dando protagonismo a toda su discografía, entonces, te puede salir un concierto redondo, como el que presenciamos. Además, tuvimos la suerte de disfrutar de un tema nuevo, que aparecerá en su nuevo álbum a publicar el próximo otoño, y creo que si sigue la línea del tema presentado, estamos hablando de la vuelta al sonido que más les beneficia. Lo van a tener difícil, porque hay mucha competencia y muy buena a día de hoy, como los siguientes en aparecer sobre el escenario principal de Balingen.

Los británicos MONUMENT, bien respaldados todo sea dicho, aparecían por primera vez en Balingen tras publicar tres geniales discos de Heavy Metal. Se nota que hay inversión en la banda, a tenor de los grandes telones que cubren el escenario. Esa puesta en escena no es habitual para una banda así, y la verdad, me alegra que se apoye y ayude a gente joven con ganas de trabajar.
De su concierto en sí no hay mucho que destacar. Pueden llegar a sonar muy lineales si no te gusta su propuesta. Son británicos y hacen Heavy Metal, con lo que lo primero que se viene a la cabeza es su alto parecido a Iron Maiden, incluso a algunas bandas de la NWOBHM. Y sí, su cantante llega a cantar igual que Bruce Dickinson en algunos momentos del concierto, cosa que a día de hoy ya no sé si pensar que es bueno (por calidad) o malo (por odiosas comparaciones y valoraciones).

La banda demuestra buena actitud en el escenario, repasando sus tres discos de estudio, mostrando una gran actitud y entusiasmo por lo que hacen, por lo que descarto que simplemente sean un producto,  y me quedo con la opción de estar recibiendo buen apoyo por el buen trabajo realizado. Aún les queda un mundo para estar a la altura de los siguientes, pero van por la senda adecuada.

No hay una banda de Heavy Metal en el planeta como NIGHT DEMON. Ni una sola tiene la intensidad, entrega y valía que estos tres californianos, principalmente en directo. Son el futuro, y sí, también son el presente. Dos discos y un EP para enmarcar, giras interminables, carretera y manta, y, como resultado, una máquina perfectamente engrasada de parir Heavy Metal. Por segunda vez se presentaban en Balingen, y de verdad, volvieron a hacer un concierto lleno de energía, con una ejecución muy buena. Están en un momento álgido, donde se ve claramente la recompensa a tanto duro esfuerzo. Si ya les conocéis, sabéis que siguen presentando su brillante Darkness Remain, del cual eligieron Welcome to the night para abrir, y fueron intercalando algunos cortes (Life on the Run, Stranger in the Room, Dawn Rider) con otros pertenecientes a publicaciones anteriores, como Full Speed Ahead, The Howling Man y Heavy Metal Heat. Tras esta joya, momento de retomar su EP, del cual tocaron The Chalice, y tras esta la sorpresa de la jornada: con el micrófono de Jarvis en el provocador, la banda interpretó In Trance, que se convirtió en uno de los momentos más gloriosos del festival. Tras el momento mágico, encararon la recta final con la genial Black Widow y la que da nombre a la banda, sellando una enorme actuación en Balingen, que espero se repita en un futuro a corto plazo (y en la sala por la noche, puestos a pedir...).

Sin salir de Estados Unidos, llegó el momento de disfrutar al que para mí es el mejor cantante de la historia del Heavy Metal: Harry "The Tyrant" Conklin. Sus JAG PANZER son un clásico dentro de la escena underground alemana, y este aniversario de Bang Your Head!!! no podía prescindir de ellos para la celebración. El concierto fue brillante, probablemente el mejor del festival. Solo tuvo, desde mi punto de vista, dos inconvenientes más allá de lo ofrecido por la banda. El primero, más deseo personal que otra cosa, deberían haber actuado de noche en la sala: hubiera sido apoteósico. Pero viendo el orden de actuación de las bandas este año, todo apunta que hubo candidatos más fuertes para ello. Y el segundo, el sonido. Un festival que suena genial para todas las bandas no puede saturar todo y no corregir nada a lo largo de todo el concierto. El año anterior ocurrió lo mismo con Vicious Rumors: el mejor concierto con un sonido impropio para la banda y el festival. Desconozco los turnos de trabajo de los técnicos de sonido, pero si es el momento de descanso, bien por el festival por darles ese hueco, mal por permitirles abandonar su puesto de trabajo con ese resultado tan desastroso. La banda salió al escenario con ganas de demostrar la gran calidad que atesoran. En esta ocasión no tuvimos la suerte de ver a Joey Tafolla, pero su sustituto, Ken Rodarte, hizo un gran trabajo. Además, Mark Briody estuvo muy activo durante todo el concierto, por lo que hizo olvidar en parte al bueno de Joey. En lo musical, gran repertorio mezclando temas de su último gran disco, The Deviant Chord, del cual interpretaron Far Beyond All Fear y Foggy Dew, con los clásicos habituales de la banda, tales como Chain of Command, Harder Than Steel, Black, Iron Eagle o Generally Hostile. Con Warfare nos noquearon por completo, además de cerrar su concierto. Enormes es poco. Una de las bandas con las que la historia del Heavy Metal se ha portado de una forma tan injusta demostró, una vez más, las razones por las que pienso esa afirmación. El festival no se detuvo, aunque a mí me hubiera dado pánico salir al escenario tras lo realizado por las huestes del Tyrant.

Tocaba cambiar radicalmente de tercio, ante un proyecto que ha generado muchos dimes y diretes, y que para mí era la primera oportunidad de ver en directo. No sé vosotros, pero yo empiezo a estar bastante saturado con Ronnie Romero. No puedo decir una mala palabra de su valía, pero el proyecto de grabar canciones de Gotthard con su voz ya me pareció el colmo. Lo increíble del tema es que es el proyecto de estudio que más me ha gustado de los últimos que ha realizado, siendo muy apetecible su escucha. En directo fue una decepción importante. De la misma forma que no puedo decir una mala palabra de la valía de Ronnie Romero, tampoco puedo decir nada malo de la banda que le rodea en CORELEONI. Pero es todo muy artificial, muy lineal y sin sentimiento. Una decepción máxima, insisto, porque la publicación de estudio fue una grata sorpresa. En mi vida he visto algo igual, y sin duda, esta situación provocó una sensación de desánimo y apatía ante lo que estaba ocurriendo en el escenario. Sí, me aburrí mucho y bostezo solo de recordarlo. Sinceramente, si este es el futuro conmigo que no cuenten. Y sí, su repertorio se basó en temas de Gotthard, tanto los grabados bajo CORELEONI, como otros no enlatados aún, como Standing in the Light, First in your face o Mountain Mama.

Tras el anodino concierto de los suizos, llegaba el momento de cambiar a un estilo diametralmente opuesto, como es el Black Metal. No controlo mucho del estilo, a pesar de gustarme algunas bandas. Una de ellas nunca fue Immortal, y la carrera de ABBATH en solitario tampoco me apasiona. Obviamente respeto total y absoluto hacia la carrera de este tipo, que creo que es pieza fundamental en la historia del Black Metal. Esta situación hace que quizás no sea la persona adecuada para hablar sobre el concierto. O al menos, no puedo aportar muchos detalles por no dominar su música. Lo voy a intentar. Concierto bueno, sin parones ni tonterías varias, con una banda que, sorprendentemente, vi muy entregada sobre el escenario, y ya. El principio estuvo compuesto por temas de ABBATH, y la segunda parte del concierto por temas de IMMORTAL. Y ya, no puedo aportar mucho más. Os lo avisé.

Por suerte, cuando los noruegos abandonaron el escenario, dejaron espacio libre para unos tipos de New York que tampoco fallan en directo. Una vez más, OVERKILL se dedicaron a hacer lo que mejor saben hacer: tocar y aplastar. Mientras en otros festivales apenas disponen de 50 minutos y ese tiempo da para los clásicos de siempre y poco más, aquí disponían de 25 minutos más, que da margen a introducir canciones más allá de lo que la audiencia quiere escuchar en situaciones similares. De las huestes de Bobby Blitz poco os puedo contar que no sepáis, así que me centraré en su repertorio. Fue muy variado, por lo que pudimos escuchar temas de los últimos discos, como Mean, Green, Killing Machine (con la que abrieron) o clásicos como Rotten to the Core (con la que continuaron). Vuelta a lo nuevo con Electric Rattlesnake y regreso a los clásicos con Hello From the Gutter, In Union We Stand, Coma e Infectious. La parte final siguió la misma tónica, por lo que disfrutamos de la alternancia entre épocas con Goddamn Trouble, There's No Tomorrow, Ironbound (increíble que una canción de hace tan poco tiempo en la larga trayectoria de una banda veterana se haya convertido en un clásico irrenplazable) y Elimination. Y como no, el final lo bordaron con Fuck You, que aunque sea versión la han hecho muy propia. Pero en esta ocasión hubo sorpresa, ya que en la parte central metieron Sonic Reducer de Dead Boys, con resultado apoteósico, que espero repitan habitualmente en próximas giras.

Antes de dividirnos para los platos fuertes del día, hubo apenas unos minutos para disfrutar de una de las mejores bandas actuales de Hard Rock. Estoy hablando de los suecos Crazy Lixx. La verdad que desconozco las razones por las que no han despuntado todo lo que creo que deberían. Quizás sea porque la miel no está hecha para la boca del asno. Poco visto y poco que contar, es lo que tienen las coincidencias. Si alguna vez les habéis disfrutado en directo ya sabéis cómo se lo montan. Lo poco que pudimos ver fue más de lo mismo. Y sí, podía haberme ahorrado estos párrafos sobre ellos, donde no estoy aportando nada, pero todo lo que sea nombrarles y darles un poco de publicidad, bienvenido sea para una banda que merece muchísimo más de lo que ha conseguido hasta ahora.

Cerrando un día para el recuerdo estaban ACCEPT, la banda por excelencia de la historia del Heavy Metal alemán, y diría mundial si no fuera por unos chicos de Birminghan. Quien les haya visto desde la entrada de Mike Tornillo en la banda son conocedores del excelente estado de forma. Y aquí, en Balingen, demostraron una vez más mis razones acerca de la afirmación que abre este párrafo. El concierto fue una lección de Heavy Metal, que tuvo un gran sonido. Es cierto que al comienzo sonaba un poco más fuerte de lo habitual. Al moverme hacia atrás, para disfrutar del concierto relajado, la calidad del sonido era excelente. De su puesta en escena poco se puede aportar, ya que, como viene siendo habitual desde la reunión, Wolf Hoffman y Peter Baltes centran toda la atención. Quizás Mike Tornillo tuvo un poco más de protagonismo de lo habitual, pero ya sabemos quien manda en el seno de la banda. El repertorio fue un repaso tanto de la época antigua como la nueva, es decir, lo mismo que vienen haciendo desde la reunión. Comenzaron con Die by the Sword y siguieron con una Pandemic, que quizás deberían dejar descansar un tiempo. Después continuaron con Starlight y aquí cometieron un error, también visto en la última gira: los temas siguientes son buenos, pero todos seguidos hacen que la dinámica del concierto sea un poco más aburrida. Dichos temas fueron Koolaid, No Regrets, Slaves to Metal, Hellfire y Analog Man. Insisto en la calidad de los mismos, pero algo un poco más activo, independientemente de la época, le hubiera dado más vida al concierto. La segunda parte del concierto, llena de clásicos, comenzó con TV War, la cual hizo que el concierto fuera muy para arriba. Princess of the Dawn, Up to the Limit y una de las dos sorpresas de la noche: Ahead of the pack. Por detalles como estos merece siempre la pena ir a Balingen: es un sitio muy especial para algunas bandas y suelen tener sorpresas en la recámara.

El final, como no podía ser de otra forma, también estuvo lleno de clásicos: Objection Overruled, Metal Heart, Teutonic Terror, Fast as a Shark y la segunda sorpresa de la noche: Demon’s Night. Y los bises, pues Balls to the Wall, I’m a Rebel y Burning, dejando bien claro, una vez más, quien manda en los escenarios de Heavy Metal. Otra noche para el recuerdo de la banda alemana, a la que le queda cuerda para rato.

A la par del concierto de Accept, los canadienses ANNIHILATOR actuaban en la sala, siendo Balingen uno de los pocos lugares programados para actuar este verano en Europa. Jeff Waters y sus chicos tuvieron la oportunidad de tocar su repertorio completo, aprovechando el escenario de la sala. Desconozco cómo llegaron a actuar en ese sitio, ya que en el pasado les hemos visto en el escenario principal. Como ya sabéis, los continuos cambios de formación en el seno de la banda les han lastrado en demasía. Por muy buenos músicos que encuentres, tienes que rodar la banda. Y sí, los temas pueden estar perfectamente ensayados, pero sigue sin haber esa banda que enlaza temas, que es un frente común encima del escenario, que no tienen que parar entre canción y canción. De la misma forma que en 2016, donde esos parones hicieron que el concierto perdiera la intensidad que le correspondería. Por otro lado está el problema de los repertorios creados por el señor Waters, los cuales necesitan aire fresco urgentemente. Cierto es que los últimos discos en estudio son bastante aburridos, y durante la década de los 90 también pecaron de lo mismo, pero tienen canciones suficientes para hacer repertorios mucho más atractivos, especialmente para los que les vemos anualmente. Poco más que aportar sobre el concierto, que como siempre, fue de calidad, con la banda sonando correctamente, los miembros nuevos perfectamente integrados, pero sin la sensación de conjunto completo como, visto un par de horas antes, los conciertos de Overkill.

SÁBADO 14 DE JULIO

La última jornada comenzó un tanto accidentada a nivel personal, lo que nos impidió, para nuestra desgracia (como fan, no como prensa) perdernos tanto a EVERTALE como el concierto prácticamente completo de CLOVEN HOOF. Así que poníamos todas las esperanzas en una banda que nunca falla, como son TYGERS OF PAN TANG, para comenzar la jornada musical al más alto nivel. Y, como no podía ser de otra forma, los “tigres” no fallaron. Siempre cumplen y en Balingen no hicieron una excepción. La verdad que es un placer ver a bandas que, quizás no vivan de su nombre, pero disfrutan muchísimo en el escenario, independientemente de donde o cuando toquen. Los británicos liderados por un muy activo Robb Weir dieron una lección de Heavy Metal difícil de mejorar. Sí, hubo momentos para temas de su último disco homónimo, como Only the brave, con la que comenzaron, Glad Rags o Devil You Know, y también hubo momento para clásicos imprescindibles como Gangland, Euthanasia, Suzie Smiled o Hellbound. Incluso hubo momento para versiones (Tush de ZZ Top y Love Potion #9  de The Clovers), cosa que creo que no necesitan en conciertos tan cortos, más cuando se dejan innumerables clásicos en el tintero.

Continuábamos la jornada sin salir de las islas británicas, en este caso de la mano de las siempre geniales GIRLSCHOOL. Comenzaron como siempre, con Demolition Boys y C'mon Let's Go. He visto a la banda muchas veces, algunas de ellas en los últimos años, así que como he contado alguna vez en esta crónica, era hora de hacer algo más como fan que como prensa. Sí, seguí poniendo la oreja porque este festival te permite escuchar a las bandas en buena parte del recinto. Pero fue la hora de hacer las últimas compras del festival. Hay muchos puestos tanto de ropa como de complementos varios, además del merchandising oficial y el Metal Markt, por lo que nos inmiscuimos en la árdua labor de buscar cosas que te gusten sin arruinarnos. Mientras tanto, las damas británicas seguían dando cera encima del escenario, y, como también es habitual, centrando sus actuaciones en sus dos primeros discos, Demolition y Hit and Run. El cierre, como no podía ser de otra forma, se basó en Race with the devil y Emergency que, como siempre, fueron muy bien recibidas por el numeroso público que les veía en Balingen. Grandes como siempre. A todo esto, nosotros seguíamos apurando las últimas compras y el disfrute de todo el festival.

Mientras tanto, el escenario del Messegelande no daba tregua y los irlandeses PRIMORDIAL aparecían en escena. Una vez más, ya que es una banda habitual en el festival. Con un nuevo disco bajo el brazo (Exile Amongst The Ruins), publicado este 2018, la banda realizó un buen concierto como es habitual en ellos. Quizás pierden buena parte de la magia al tocar con la luz del sol, y la atmósfera creada dentro de la sala por la noche sería la idónea para la banda. Aun así, y sin ser gran seguidor de la banda, mereció la pena echarles un vistazo mientras terminábamos las últimas compras.

De esta forma llegábamos a los platos fuertes del día. El primero de ellos, LOUDNESS. La banda japonesa se presentaba en Balingen por tercera vez, y una vez más, han hecho un concierto notable. No fue tan sobresaliente como el que vimos la primera vez en este mismo sitio, pero no defraudó en absoluto. El principal hecho por el que no le doy un sobresaliente fue por el repertorio. Entiendo que tienen un nuevo disco que presentar,  y no tienen oportunidades en Europa para hacerlo habitualmente, pero es que está tan poco logrado que bueno…sus temas se hicieron un poco largos. Por supuesto, hubo momentos para los clásicos. El primero que cayó fue Crazy Nights, continuado por otros dos del maravilloso Thunder in the East: Like Hell y Heavy Chains. Otro momento para dos temas del reciente Rise to Glory -8118- y vuelta a lo que todos estábamos esperando: más clásicos. Let It Go y This Lonely Heart dieron continuidad e intensidad a un concierto que, a pesar de las cuatro canciones pertenecientes a su último álbum, no descendió ni un ápice en intensidad. Para la traca final se dejaron lo mejor: Crazy Doctor, In the Mirror  S.D.I., dejando un gran sabor de boca entre los asistentes allí presentes.

Una gran forma de poner el broche final a una gran actuación, de la que salimos corriendo para ver un rato a MYSTIC PROPHECY en la sala. La banda alemana no es que sea especial para mí, como si lo pueden ser Loudness, pero me apetecía verles de nuevo, aunque sea un rato, para ver el estado en el que se encuentran en la actualidad. Apenas fueron quince minutos, quince intensos minutos. Buen estado de forma en el que se encuentran, sonando de una forma contundente. Que bandas alemanas no habituales en giras o en festivales actúen en Balingen es algo que los que vamos de fuera  agradecemos. En este caso, era una buena oportunidad para disfrutar de unos ya veteranos de Bavaria llamados MYSTIC PROPHECY. Bien es cierto que en otros casos nos dividimos para conciertos, como podéis ver a lo largo de la  crónica, pero, por mucho que nos gusten los alemanes, el caramelito de LOUDNESS era muy apetecible, por lo que entramos a la sala una vez acabaron su concierto los japoneses. Por lo tanto, apenas tuvimos oportunidad de ver quince minutos de su actuación, y bueno, he de decir que me hubiera encantado verla entera a tenor de lo poco que vimos. Sonaron muy bien, la banda muy compacta y encima tuvieron un gran recibimiento de sus paisanos alemanes. Si no me falla la memoria, los temas interpretados en ese corto espacio de tiempo fueron Evil Empires, War Panzer y Ravenlord.

Una vez terminado el concierto de los alemanes, llegaba uno de los momentos más duros del festival: el concierto de HEXX.  Y no, no hablo por su sonido potente americano, ni por la poca presencia de gente dentro de la sala. Fue duro para dos amantes del Heavy Metal dividirnos para ver, por un lado a PRETTY MAIDS (más cuando llevaban un repertorio irrepetible) y por otro ver a los californianos HEXX, banda difícil de ver en la península, aunque los que viajamos por Alemania ya hemos podido ver alguna vez en el pasado. Sus conciertos quizás no reflejen su gran sonido en estudio, aunque en Balingen estuvieron mucho más afinados que de costumbre. En año pasado publicaron su último disco de estudio (gran disco, por cierto), Wrath of the Reaper, del cual hicieron algunos temas en directo, mezclados con otros de sus obras clásicas. Y poco más, porque sinceramente, tampoco se puede contar mucho más. Salieron, tocaron y se fueron sin más.

De los daneses PRETTY MAIDS creo que podría escribir cientos de líneas, pero quiero resumirlo para que no sea muy pesada su lectura: interpretaron Future World completo, siguiendo el orden del disco. Con una decoración del escenario que lo recordaba, la banda ejecutó cada uno de los temas con una perfección inaudita en ellos, siendo Ronnie Atkins uno de los más destacados (ya sabemos que tiene noches no muy acertadas). Sin duda, por cosas como esta, mereció mucho la pena acudir al festival, problemas sufridos incluidos. Una vez concluido el repertorio del Future World, cambio de decoración en el escenario, con la imagen habitual de la banda, y momento para el resto de temas que suelen interpretar. Como ya es costumbre en la banda, dan mucha cancha a los últimos discos, cosa que es de agradecer por la calidad que tienen. Mother of All Lies, Kingmaker, Little Drops of Heaven y Pandemonium fueron las elegidas antes de dar paso al primer cierre con Back to Back. Para el bis, Red, Hot and Heavy, como no podía ser de otra forma, terminando un grandísimo concierto de los daneses. Unos daneses que ya se han convertido en habituales en Balingen, pero que nunca habían realizado un concierto tan enorme (principalmente por lo especial de tocar de forma íntegra su disco más destacado).

El festival avanzaba inexorablemente hacia su final, y para ello teníamos que dividirnos una vez más. Por un lado estaban los alemanes POWERWOLF, los cuales se han convertido en una banda grande en todos los aspectos, y por otro, los americanos VISIGOTH, aspirantes a una posición similar.

Vayamos con los alemanes primero. Si hace doce años, la primera vez que vi a POWERWOLF, me dicen no solo que se convertirían en una banda de grandes recintos y que sus canciones tendrían mucho que ofrecer, además de una interpretación correcta, me hubiera estado riendo hasta el día del juicio final. Por suerte se ha cumplido todo y a día de hoy es un placer verles en directo. Bueno, es un placer verles cuando tocan, porque los interminables parones hacen que se pierda la conexión con lo que ocurre encima del escenario. Con una puesta en escena de banda de primer nivel, donde se distinguen las ruinas de un catedral o similar, la banda goza de un estado de forma excelente. Y esto hace que la gente les comience a seguir, siendo en Balingen, el concierto más visto de todo el festival. Si no estaba lleno el recinto, poco faltaba. Su líder, Attila Dorn, tiene un potencial vocal que cada día aprovechan mejor en la banda. Sus dos guitarristas siguen siendo muy activos, moviéndose por todo el escenario, ya sea en primera línea, en el provocador o en las plataformas situadas en la parte trasera del escenario. Activos y fotogénicos, porque tanta postura para foto al inicio de algunos temas no puede tener otra explicación. El repertorio lo basaron en un repaso a todas sus épocas, siendo los temas del Blood of the Saints los más coreados por el público. Estos fueron All We Need Is Blood, Dead Boys Don't Cry, Sanctified With Dynamite y We Drink Your Blood. Por  supuesto, clásicos de la banda como Werewolves of Armenia o Resurrection by Erection recibieron la misma respuesta emocionada por parte del público. A pesar de aún no estar publicado su último disco, hubo oportunidad de disfrutar de algunos cortes de dicho álbum. En concreto, Fire and Forgive, Demons Are a Girl's Best Friend y el estreno en directo de Incense & Iron.  Para finalizar dejaron Lupus Dei, cerrando un muy buen concierto, empañado por los parones comentados previamente. Sin ellos, podría haber sido algo apoteósico.

A la par que uno de nosotros estaba viendo Powerwolf, el otro se desplazó dentro de la sala para ver a unos chicos de Salt Lake que están llamados a dominar la escena épica en un futuro. Capacidad para ello tienen, pero necesitan una legión de fans como otras bandas del género. Mientras tanto, gracias a un duro trabajo, se van forjando el sitio que les corresponde. Como no podía ser de otra forma, VISIGOTH arrancaron la batalla con Dungeon Master, y como no podía ser de otra forma, no dejaron títere con cabeza desde el inicio. Sus conciertos son muy intensos, como esa noche en Balingen, que tenía de especial, además, su larga duración. En sus giras no siempre tienen la posibilidad de hacerlo. Repasaron sus dos álbumes de estudio, The Revenant King y Conqueror’s Oath, dejando momentos brillantes con algunos de sus temas más significativos como Blood Sacrifice, Hammerforged, Steel and Silver, Traitor’s Gate o Iron Brotherhood. Para el cierre glorioso en su primera (y esperemos que no última) aparición en Bang Your Head!!! dejaron las homónimas a su EP y su primer disco, dejando su huella en Balingen. Esperemos que la próxima vez repitan en el escenario de fuera, porque sería muestra de haberse incrementado su popularidad, pero por otro lado, los conciertos intensos y épicos necesitan una atmósfera como la creada en la sala del recinto del festival.

Tras el momento bonito y nostálgico, la más que posible despedida del festival, nos pasamos a ver un ratillo a los suecos CRASHDIET en la sala. Una banda que debería estar mucho más arriba de lo que está, pero los diversos cambios de cantantes y quizás la falta de continuidad le han condenado, al menos de momento, a no tener la respuesta de público que se merece. Poco tiempo les vimos, ya que apenas nos quedaban poco más de dos horas para dormir, y volver conduciendo a Frankfurt de madrugada para regresar a casa. Y fue una lástima, porque estaba siendo bueno el concierto de los suecos. Tristemente nos despedimos del festival implorando volver a una nueva edición para el próximo año. Esperemos que nuestra súplicas sean escuchadas y podamos seguir disfrutando, al menos unos años más, de una de esas pocas joyas en forma de festival que quedan en Europa.

Una vez más, y ya van once en mi haber, Bang Your Head!!! no solo cumplió con las expectativas, sino que las superó con creces, dejando bien claro que son capaces de organizar un festival fantástico, cómodo, barato, amigable y fácil, mimando a su público, sin colas ni aglomeraciones, sin incidentes, sin suciedad en el suelo y que, con un poco de apoyo de todos y un poco más de ánimo de su patrón, puede seguir luchando sin la necesidad de ser atrapados por los tentáculos de la industria musical. De no ser viable, solo quiero agradecer a Horst y su equipo por haber hecho un brillante trabajo desde el ya lejano 1996, el cual me ha permitido ver a decenas de bandas que no han actuado cerca de mi casa, de conciertos especiales, de disfrutar de una atmósfera única y donde las bandas siempre han tenido ese extra especial en forma de repertorio diferente al del resto de la gira. Todo tiene su fin, aunque nos cueste aceptarlo y, mientras cierro esta crónica, continúo deseando una nueva edición. Veremos si mis rezos y súplicas son escuchados.

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